Algo nuevo comienza...

¡Hola a todos! Este es mi blog personal. Como bien dice el título, además de ser mi lugar personal, donde os iré informando a todos los que queréis saber de mí, sobre las pequeñas y grandes cosas comentables que continuamente nos ocurren, me gustaría que fuese eso; una encrucijada; donde se juntan diferentes y distantes mundos, que tal vez de otro modo nunca se encontrasen. Ahora el destino lo quiere así.Habrá opiniones sobre lo humano y lo divino, sobre lo políticamente correcto y sobre lo que no lo es tanto. Sobre temas incómodos y sobre los que todo el mundo quiere hablar. Sobre equilibrio y desequilibrio; sobre justicia y paz; sobre alimentación natural; sobre deporte y política; sobre amistad y vida social; sobre amor y trascendencia... En fin, sobre tantas cosas y tantos mundos...Un abrazo a todos y a todas.

viernes, 25 de julio de 2008

El partido del Milenio

Cuentan las crónicas de la época que en aquellos tiempos, los seres humanos tuvieron que jugar un gran partido frente al equipo de las dificultades de la vida. Los días previos se vivieron con gran intensidad, pues un magno acontecimiento deportivo como aquel no se había vivido desde hacía mucho; tantos y tantos días que se perdían en la memoria de los tiempos.

Mucho se temía a aquel adversario; se sabía de su gran potencial. Equipo duro y correoso; sin brillantez, pero capaz de hacer pagar muy caro el mínimo error de su adversario; capaz, en definitiva, de romper en pedazos los más vehementes y deseados sueños de victoria. Aquello no sería nada fácil y todos lo sabían.

Por otra parte, se confiaba también en el gran potencial de los seres humanos. Estos, cuando jugaban con la estrategia del Amor, eran capaces de sacar lo mejor de sí mismos y realizar un juego que asombraba a todo buen aficionado de cualquier confín del universo. Las espadas estaban en todo lo alto.

Y llegó el día del partido. El equipo de los hombres se vio pronto presionado y agobiado por el equipo de las dificultades de la vida. A duras penas conseguían defenderse y mantener el tipo. ¿Qué le ocurría a un equipo de semejante nivel?

En aquel partido, el sentido de equipo y de unidad no había calado en los seres humanos. Parecía que cada uno quisiera resolver el partido por su cuenta. Además, había frecuentes riñas y reproches entre ellos mismos, echándose la culpa unos a otros de los errores que el equipo estaba teniendo. Los defensas decían que los jugadores de más arriba no les ayudaban, los de la delantera que los defensas no daban seguridad al equipo, y ambos que los creadores de juego no lo hacían... incluso entre las mismas líneas también se increpaban: “¿es que lo tengo que hacer yo todo?” Pocas veces un partido se veía tan perdido desde el primer momento, pese a que el adversario no fuese realmente tan poderoso como se estaba mostrando en el campo.

Así las cosas, el equipo de los seres humanos recibió una severa derrota, con un marcador abultado. Es algo que ha quedado en la memoria colectiva de todos; ese tipo de recuerdos que no pueden borrarse y que turban nuestra conciencia y nuestro ser entero.

Pero se dice que, hoy en día, hay gente que cree que un nuevo partido con victoria es posible. Hay gente que está preparando un nuevo equipo. Un nuevo equipo que, esta vez sí, tenga espíritu colectivo, de bloque, sabiendo que todos trabajan para todos. Sabiendo que no se trata de reprochar sino de crear y apoyar. Apostando por contribuir sin estar midiendo las aportaciones del resto. Con ilusión y fe en la victoria. Con capacidad de esfuerzo y entrega; pero un esfuerzo vivido con alegría y libre de miedos, sabiendo que no están siendo juzgados por sus propios compañeros. En definitiva; esta vez sí, un equipo inspirado por Dios, por el Absoluto, con la estrategia del Amor.

Y ese partido lo ganaremos. Y será una victoria para siempre. Una victoria que dejará los malos recuerdos en un baúl, como restos inconexos de una pesadilla del pasado; un pasado que dejaremos definitivamente atrás. Sin nostalgias, sin remordimientos, sin incertidumbres y sin miedos. Porque algo nuevo habrá empezado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un saludo para el inquilino de la cama 2 de la habitación 717, y a recuperarse pronto.